martes, 31 de octubre de 2017

MANTECADAS DE CHOCOLATE Y COCO

             


MANTECADAS DE CHOCOLATE Y COCO

Si hay un dulce de sabor delicado y que con sólo morderlo nos remonta a la infancia es, sin duda, una mantecada. Sí, ese típico dulce de convento del que cuentan que nació de manos blancas de monjas en el Convento del Sancti Spiritus, allá en la ciudad de Astorga, cuna de La Maragatería, donde las monjas, terciarias franciscanas, vendían dulces a través del torno para ayudar a la economía de la orden.
Debido a la desamortización, arma política utilizada para modificar el régimen de la propiedad, sobre todo la que estaba en "manos muertas", principalmente la Iglesia y los Municipios, con el pretexto de que las tierras estaban mal cultivadas y no tributaban a la Hacienda Real, el convento pasó a manos del Estado. En España hubo varias desamortizaciones sucesivas y una de ellas tocó a este convento, así entre 1868 y 1872, las monjas debieron abandonar el monasterio, siendo acogidas en el Convento de Santa Clara, de la misma ciudad. En 1872 lograron regresar a su convento, salvándolo de la subasta pública dos años después, viéndose obligadas mientras a pedir limosna para lograr alimentarse.
Hoy en día hay varios obradores en la ciudad que siguen con la tradición repostera de las mantecadas. 
Yo me he permitido hacer una innovación y hacer unas mantecadas de chocolate y coco, que seguro tendrán un hueco en vuestras mesas festivas.



Ingredientes:

* 400 gr. de harina

* 400 gr. de mantequilla derretida y espumada

* 400 gr. de azúcar

* 6 claras de huevo

* 6 yemas de huevo + 2 huevos enteros

* 2 sobres de levadura química

* 4 cucharadas de azúcar para el merengue

* 1 tableta de chocolate Fondant Valor

* 125 gr. de mantequilla

* 100 gr. de coco rallado

* Moldes para mantecadas




Elaboración:

En primer lugar, ponemos el horno a calentar a 180º C.
Derretimos los 400 gr. de mantequilla a fuego lento y quitamos la espuma.
En un cuenco grande batimos fuertemente la mantequilla con el azúcar. Cuando tengamos una textura perfectamente ligada, vamos añadiendo las yemas y los huevos, de uno en uno, sin dejar de batir en ningún momento.
Mezclamos la harina con la levadura, tamizándola, y añadiendo a la mezcla de huevos y mantequilla, batiendo bien para que no se formen grumos. Cuando veamos que la masa está bien ligada, pasamos a batir las claras en otro cuenco.

Montamos las claras a punto de nieve, cuando estén bien firmes, vamos agregando el azúcar sin dejar de batir, para que el merengue se mantenga firme.

Incorporamos este merengue poco a poco a la masa anterior, muy poco a poco y con movimientos envolventes.

Vertemos la masa en los moldes, hasta la mitad de su capacidad, porque crecen bastante, y las horneamos a 180º C, durante unos 20 minutos, vigilando bien, porque cada horno es diferente.

Una vez horneadas, las ponemos sobre una rejilla para que enfríen.

Mientras, fundimos el chocolate con la mantequilla, con cuidado de que no se queme, puede hacerse en el microondas, calentando unos segundos y repitiendo la operación si es necesario.

Cuando esté derretido el chocolate, batimos bien, para que se mezcle perfectamente con la mantequilla y mojamos la parte superior de las mantecadas en él. Dejamos secar, y antes de que seque del todo, espolvoreamos con el coco rallado.

Resulta un regalo perfecto para estas próximas Navidades.


domingo, 29 de octubre de 2017

PAN DE MUERTOS


                     


PAN DE MUERTOS

Estamos a punto de comenzar noviembre, con su tradicional fiesta de todos los santos y de difuntos. En México el día de los difuntos se celebra de un modo especial, en algunos lugares comienzan desde el día 31 de octubre las celebraciones, porque se honra a los muertos pero se celebra, sobre todo, la vida.
Estas celebraciones hunden sus raíces en épocas prehispánicas y aunque al mezclarse más tarde con la religión católica y sus festividades en cierto modo se han armonizado con el Día de todos los Santos, sigue la costumbre de disfrazarse de catrina y consumir calaveras de dulce y el famoso Pan de Muertos, que es el que traemos hoy aquí y cuyo simbolismo me encanta, ya que construimos con su masa el cuerpo, de forma circular porque simboliza que vida y muerte se encuentran, los huesos y el cráneo, y el resultado recuerda, por su sabor, nuestros roscones de Reyes. Un pan delicioso, que merece la pena tomar en desayunos y meriendas estos días.

Ingredientes:

* La cáscara de una naranja y de un limón, sin nada de blanco.

* 120 gr. de azúcar

* 200 gr. de leche entera

* 15 gr. de levadura fresca de panadería

* 150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente, en pomada.

* 3 huevos

* 1 cucharada de esencia de azahar

* 1 cucharada de ron

* 500 gr. de harina de trigo

* 150 gr. de harina de fuerza

* Una pizca de sal

* Mantequilla para barnizar

* 1 huevo para barnizar

* Azúcar en grano grueso para decorar


                       


Elaboración:

Ponemos en el vaso de thermomix el azúcar y las dos cáscaras de cítricos, y pulverizamos durante 10 segundos en velocidad 10.
Añadimos la leche y la levadura y mezclamos 2 minutos, a 37º C y velocidad 3.

Incorporamos al vaso los huevos, la mantequilla, la esencia de azahar, el ron, la harina y la sal y amasamos durante 3 minutos en velocidad espiga.
Dejamos reposar la masa en el vaso hasta que doble su volumen, unos 60 o 70 minutos.

Una vez que comprobemos que ha leudado, volvemos a amasar 1 1/2 minutos en velocidad espiga. Sacamos la masa a la encimera, enharinada previamente.

Podemos hacer un sólo pan grande o varios más pequeños, yo con esta cantidad de masa he hecho tres panes.

                    


Para hacer los tres panes, he dividido la masa en tres partes. Y luego, cada parte  en una mayor para hacer el cuerpo, dos más pequeñas para los huesos y una mediana para el cráneo.

Ponemos el horno a calentar en 50º C.

Formamos en primer lugar el cuerpo, amasando sobre la superficie enharinada y dando a la masa una forma redondeada y regular. La ponemos sobre la bandeja de hornear, yo la he cubierto con papel encerado. Barnizamos con huevo batido el cuerpo. A continuación hacemos con las dos partes pequeñas dos rulos alargados, los amasamos para darle la forma y, al amasar, con tres dedos hundimos parte para formar los "huesos" y los colocamos en forma de cruz sobre el pan (obviamente, si hacemos un solo pan grande, tendremos que poner más tiras de "huesos", al menos dos más). Amasamos ahora la bola de masa que será el "cráneo" y la ponemos en la cima del pan. Volvemos a barnizar con huevo batido todo, para que se pegue bien y adquiera un precioso color dorado brillante al hornear, y espolvoreamos con azúcar de grano grueso.
Metemos los panes en el horno, bien separados porque crecen mucho, apagamos éste, y dejamos leudar unos 40 minutos más.

Una vez pasado este tiempo, los horneamos durante 40 / 45 minutos a 180º C, con calor arriba y abajo, hasta que estén bien dorados.

Los sacamos y ponemos sobre una rejilla hasta que se atemperen un poco y barnizamos después con mantequilla, derretida en el microondas unos segundos, y volvemos a poner más granos de azúcar y así damos un precioso aspecto nevado al pan.

Deja por toda la cocina un aroma delicioso y la miga es tierna y muy agradable de comer.